
A pesar de muchos, los Estados
Unidos es el país que dicta pautas a seguir por el resto del mundo. Esto se
puede deber a su fuerte economía, poder militar, o a su sistema democrático que
ha sabido superar altas y bajas a lo largo de más de doscientos años de
existencia, sin embargo, en el mundo moderno de hoy otras naciones se disputan
seriamente ese puesto, especialmente cuando de ejércitos hablamos.
En
estos tiempos ha llegado un personaje distinto a la Casa Blanca cuya imagen nos
rememora al bullying escolar, que no es más que aquel personaje que todo lo ve
desde su perspectiva superior, se considera una hechura de dones y el resto de
los mortales les parecer ser puesto delante de él para sus burlas, o sus
pendencias, es un acosador innato. No acepta que se le contradiga, es el que
dicta las pauta a seguir por los demás, pero también es el que cae mal ante
todos por su arrogancia, irrespeto e intolerancia a los que son diferentes a
él.
Por ello es importante entender a qué responde este
personaje, y por lo tanto cómo gobernará a la primera potencia del mundo lo que
traerá positivas o negativas consecuencias para los países como el nuestro. Aún
es muy temprano para ver los resultados de la actual política que tendrá la era
Trump en el mundo, pero lo cierto es que sus primeras acciones han sido contra
la comunidad de emigrantes, pero últimamente ha enfocado su ataque en cierta región
donde los intereses norteamericanos están siendo puesto en peligro dado a que
es una zona de alto conflicto bélico por los recursos naturales que posee. Ya
hay alzas en materia de los derivados del petróleo producto de los últimos
golpes dado por la armada norteamericana en el mundo.
Lo que realmente estamos
viendo es la puesta en marcha de un plan guerrerista de incalculables
proporciones pues el actual presupuesto de esta nación para el año 2017
contempla el aumento de más del 30 por ciento en los gastos militares. ¿Es esto
necesario? ¿Realmente los Estados Unidos están en peligro eminente? ¿Se prepara
Trump para otra guerra en que se verá envuelto los norteamericanos? Podemos hacer
una primera interpretación de este hecho, Trump responde entonces al sector más
beligerante de la sociedad norteamericana, al círculo de poder bélico hoy
beneficiado con el astronómico presupuesto dedicado para ellos, aunque en
campaña parecía rechazar la política llevada a cabo por su antecesor en este
renglón.
El actual presupuesto recorta considerablemente los apoyos
a sectores como educación, a las políticas de contención del llamado cambio
climático, a las ciencias y las investigaciones, a la salud, entre otros no
menos importantes segmentos que eran considerados dentro del presupuesto de
esta nación. Esto en primera instancia hará que los ciudadanos con menos
recursos no puedan tener acceso a estos beneficios o derechos lo que
imposibilita que cumpla con una de sus promesas de campaña, mayor beneficio
para los norteamericanos. La industria de guerra promueve empleos, pero no a
largo plazo, al menos que esté contemplando guerras indefinidas en ciertas
partes del orbe como ocurre en la actualidad lo que significa gastos
exorbitantes y desgaste económico difícil de sostener, provocando a lo largo la
ruina del país.
Pero lo importante aquí es el cometido de subyace con
esta medida dado a que todos sabemos que desde hace décadas, luego de culminada
la segunda guerra mundial el mundo, o los principales países del orbe o las
economías más poderosas y estables venían allanando el camino para lograr
borrar las fronteras, especialmente en aquellos países donde la comunidad era afín
a sus requerimientos y por ello surgieron múltiples organismos con esa determinación,
por ejemplo, Comunidad Económica Europea que posteriormente pasó a ser la Unión
Europea con su moneda única o la ONU. Así mismo se abrieron los mercados con el
fin de que la producción mundial tuviera siempre una vía directa para su
comercialización, poniendo a países dependientes económicamente medidas que en
muchos casos atentaban contra la producción nacional.
De lograr su cometido, el presidente Trump, retrotraerá
todo lo andado hasta el momento. Esto será producente pues obligaría a nuestros
dirigentes a ver con seriedad el país interno, las políticas ensayadas para
acrecentar las riquezas y el bienestar de la población, serían obligados a ver
la problemática nacional desde otra óptica, en el caso del agro, por ejemplo,
donde ha prevalecido la importación frente a la producción, haciéndonos más
dependientes de ellos, y debilitando grandemente nuestra propia capacidad de
producir nuestros alimentos. Este sería un paso importante, pues los Estados
Unidos estarían con esta medida torpedeando grandemente lo que se conoce como
globalización de los mercados y reinaugurando una nueva era proteccionista. ¿Un
punto a su favor?
Claro que esto hará que los productos tradicionales que
nuestros países exporten a ese mercado norteamericano adquieran un mayor valor
al ser arropados con las medidas proteccionistas de Trump al imponérseles
nuevos aranceles que harían casi imposible exportar hacia los Estados Unidos.
Esto traería la posibilidad de que otros países, con igual o mayor población de
consumo, como la India o la China sean los que canalicen en gran medida aquellos
productos que no podrá ingresar al mercado norteamericano.
Desde hace tiempo los
países menos favorecidos venían clamando por nuevas políticas económicas en el ámbito mundial
pues la globalización, en síntesis, estaba fracasando, y no estaba rindiendo
los beneficios o las expectativas creadas para mantener el sistema. Por ello
comunidades importantes han definido su camino a seguir, caso Inglaterra con el
brexit o los propios norteamericanos que eligieron a Trump. Pero ojo, hay que
ver el bosque y no quedarse en el árbol que tenemos enfrente. Trump parece
querer definir algunos asuntos internacionales con el poder de las armas, a la
bravuconada. Y de ahí sus actuales pasos como el golpe dado a Siria poniendo entre
la espada y la pared a los rusos que apoyan al actual presidente de ese país Bashar al Asad, o las respuestas a las
provocaciones de los coreanos del norte sin importar lo que diga o decidan los
chinos, aliados de estos últimos. En fin, dos potencias mundiales, Rusia y
China, que junto a Irán y Siria han planteado una detente ante las incursiones belicistas
de Trump, pero éste parece querer liarse también contra Corea del norte, otra
potencia atómica mundial, a lo que les ha tocado sentir el bullying del actual
inquilino de la Casa Blanca. Un asunto muy serio y delicado para la paz del
mundo pues el armamento concentrado en estas naciones es suficiente para poner
en peligro la supervivencia de la raza humana. El escenario de una guerra de
proporciones global sería devastador, donde no habrá vencidos ni vencedores. Esperamos
que la sensatez y la cordura prime ante estas señales de confrontación. Ya lo
expresó el Papa Francisco al decir que la comunidad internacional debe detener
a los señores de la guerra.