En estos días está muy de moda la mescla de bebidas energéticas con licor lo que da una mayor resistencia a los efectos etílico del alcohol sumado al consumo de tabaco, ambos muy perjudiciales para la salud.
Los jóvenes no se percatan que el abuso del consumo del alcohol y del tabaco puede acarrearles, más tarde, cuadros de alcoholismo y dependencia de los cigarrillos, práctica que se da con mayor frecuencia “durante el fin de semana, donde las relaciones interpersonales se intensifican”.
Mezclar bebidas energéticas y alcohol es peligroso.
La revista Alcoholism: Clinical & experimental Research publicó un estudio en donde demuestran que el añadir bebidas energéticas al alcohol, “puede llevar a la embriaguez despierto”, donde las sustancias presentes en el líquido como la cafeína, quitan la sensación de la ebriedad pero no las limitaciones que provoca el alcohol en la persona.
Por otro lado, las personas muy sensibles a la cafeína, presentes en estas bebidas energéticas pueden sufrir alteraciones en la frecuencia cardiaca, en la tensión arterial y arritmias o taquicardias si estas contienen taurina (un aminoácido).
Como resultado, los que beben alcohol y bebidas energéticas en combinación pueden ser altamente estimulados y sentirse muy impetuosos, sienten que están menos estropeados, por lo que son propensos a tener menos juicio sobre lo que son capaces de hacer.
En el mercado se encuentran otras bebidas energéticas que ya vienen con alcohol o con cremas batidas, dependiendo de la marca, su proporción varía, hay algunas cuya porción equivale a varios tragos de alcohol.
El consumidor de este tipo de combinados no es consciente de las cantidades de alcohol que ingiere pudiendo tener problemas como cirrosis, hígado graso y enfermedades hepáticas derivadas de su constante ingesta.
Se calcula que el uso nocivo del alcohol causa cada año 2,5 millones de muertes, y una proporción considerable de ellas corresponde a personas jóvenes. El consumo de bebidas alcohólicas ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo de muertes prematuras y discapacidad. Es la causa de accidentes, problemas de salud mental, conflictos sociales y en muchos casos otras personas pagan por sus desenfrenos.
El fumar es nocivo para la salud.
Las cifras del Tabaquismo en el ámbito mundial estiman que para el año 2020, “el tabaco será la mayor causa de muerte y discapacidad; matará a más de diez millones de personas por año, causando más muertes que el SIDA, accidentes de tránsito, homicidios, suicidios o el alcoholismo”.
El consumo diario de una cajetilla de cigarrillos produce 840 mililitros de alquitrán de tabaco en un año, es decir tres cuartos de litro. Entre otros irritantes muy dañinos para el organismo, contiene benzopirenos.
Esta sustancia lesiona el material genético de las células y produce cáncer en los órganos con los cuales se pone en contacto, no solamente deteriora el pulmón pues, desde éste el organismo, el cuerpo lo va absorbiendo poco a poco contaminando las células sanas.
Mientras que la nicotina es un alcaloide del tabaco que produce adicción y se encuentra en un porcentaje de 1 a 2% en los cigarrillos, de manera que un cigarrillo normal de un gramo contiene 10 a 20 miligramos. El diez por ciento de esta nicotina entrará a los pulmones con el humo del cigarrillo, es decir 1 a 2 miligramos.
La relación casi inmediata entre la inhalación del humo y su efecto a nivel cerebral es uno de los factores que contribuye al alto poder adictivo de la nicotina. Es una droga psicoactiva y un potente reforzador conductual, capaz de producir severa dependencia química en el consumidor.
Estrategias para combatir el alcoholismo y el tabaquismo en el mundo.
El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT-OMS) es el primer tratado negociado bajo los auspicios de esta organización. La Asamblea Mundial de la Salud lo aprobó el 21 de mayo de 2003, y el 27 de febrero de 2005 entró en vigor.
Desde entonces se ha convertido en uno de los tratados más ampliamente adoptados en la historia de las Naciones Unidas y, a día de hoy, ya lo han suscrito 175 Partes.
El CMCT-OMS se elaboró en respuesta a la globalización de la epidemia de tabaco, y es un tratado basado en pruebas que reafirma el derecho de todas las personas a recibir y tener una buena salud.
Hasta el momento los Estados signatarios del acuerdo han informado de la adecuación de las leyes sobre el fumar en sitios públicos, se han implementado medidas más fuertes en lo concerniente a tasar con impuestos más elevados su consumo y distribución, así como la constante verificación de su producción, combatiendo el comercio ilícito y el mercado negro del producto.
Mientras que la estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol, avalada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2010, reconoce los vínculos estrechos que existen entre dicho uso y el desarrollo socioeconómico y han llegado a acordar estrategias contra este mal en todos los niveles. Esto implica elevar los impuestos a las bebidas alcohólicas y regular la publicidad de estas bebidas, entre otras medidas que se están evaluando para su consideración en fechas futuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario