Después de los cincuenta puedes llevar una vida saludable

Hoy día llegar a la tierna edad de los 50 años no significa desgaste o achaques, por el contrario muchos se encuentra en buenas condiciones para seguir afrontando los problemas diarios, sin embargo como no somos jóvenes es necesario tener en cuenta algunos datos para llegar a cumplir otros 50 años más.

Una dieta balanceada

En esta primera oportunidad podemos indicar la necesidad no solo de tener una dieta adecuada, o practicar ejercicios, sino incluso hacer actividades que puedan mantener nuestro intelecto trabajando. Señores y señoras es la hora de la creatividad, de aportar la experiencia y sobre todo de vivir plenamente como si estuviera apenas iniciando los 20 años pero con la mentalidad de una persona de 50 y más.

Entre sus comidas, que deben ser a horas definidas, recuerde tener presente la ingesta de vegetales y frutas. Las verduras, también son apropiadas pues son contenedores de vitaminas y minerales necesarias para que nuestro organismo marche bien. Trate de que las porciones de carne roja sean muy pocas, pequeñas. Prefiera alimentarse con carne magra, como la del pescado, o la de las aves.

Ejercicios y recreación

Un problema de la cual adolecemos es que llevamos una vida sedentaria, la cual ha hecho su mella en nuestro cuerpo, haciendo nuestro caminar más lento, y con dolores en las articulaciones y huesos.

Por ello es importante la práctica de ejercicios, especialmente al aire libre, no dude en sumar unas caminatas diarias a su agenda matinal, si no puede hacerlo, en su propia residencia puede hacer lo mismo, pero claro, imaginándose que se encuentra en una gran vía, recorriendo kilómetros por su salud.

La propuesta de hacer algo distinto y diferente a lo que ha estado haciendo por años es importante. No le tenga miedo a este cambio. Puede descubrir grandes cualidades que mantenía oculto, y que afloraran con el recorrer del tiempo. Lo importante es mantenerse ocupado o ocupada. Abra sus sentidos a lo desconocido, trate de abstraerse de su entorno, y comience a experimentar nuevas aficiones a lo nuevo, a observar, a respirar, a entender y por qué no a filosofar sobre la existencia, y  nuestro convivencia con la naturaleza y sobre todo, hablar con nuestro yo interno, y tener presente siempre al que todo lo pudo hacer posible, al Creador.

Experimente, lea un libro, o mejor, escriba uno, esto si ya ha podido cumplir con los suyos, con sus hijos o hijas que deben estar grandes, o si no, pues a disfrutar la vida con ellos. Lo importante es mantener abierta nuestra mente, darle trabajo, relajamiento y dotarla de insumos intelectuales para que se mantenga ágil y pueda dar respuesta a los sobresaltos de la vida.