sábado, 27 de agosto de 2016

El “target” deportivo a seguir en Panamá

               
Terminada las competencias deportivas de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, Brasil (2016) es justo hacer un reconocimiento a aquellos diez deportistas que llevaron con mucho orgullo nuestra enseña tricolor en estas contiendas de nivel mundial.  -David Muñoz (tiro), Edgar Crespo (natación), Isabella Amado (gimnasia), Eileen Grench (esgrima), Atheyna Bylon (boxeo), Yvette Lewis, Alonso Edward y Jorge Castelblanco (atletismo), Carolesa Carstens (taaekwondo)-. Estar en estas competencias requiere de disciplina, mucha entereza y sacrificio, tanto individual como familiar, e incluso de las empresas que en muchos casos patrocinan a estos atletas.
Irvín Saladino
No es fácil competir contra los mejores del mundo donde sus gobiernos invierten miles de millones de dólares en su preparación contrario a la historia de los deportistas panameños que en buenas cuentas no podemos considerarlo como una etapa de preparación de “luna de miel” ya que son innumerables los casos donde desde muy temprana edad han tenido que pasar sinsabores, penurias y numerosas privaciones que la vida les puso como requisito para poder triunfar. Tuvieron que superar  incontables obstáculos para llegar a subirse al podio del triunfo. La lista de los nombres de los deportistas panameños que han descollado en sus respectivas disciplinas es larga.  Algunos de estos son: Adán Gordon (natación), Teófilo Panamá Al Brown (boxeo), Lloyd Labeach (corredor), Irving Saladino (salto), Rodney Cline Carew (béisbol), Cornelio Velásquez (hípico), Pedro “el Mago” Rivas (baloncesto), Davis Peralta (baloncesto), Ismael Laguna (boxeo), Julio Cesar Dely Valdés (fútbol), Eilee Marie Coparropa (natación), Laffit Pincay Jr. (hípica), Mariano Rivera (beisbol), Romel Fernández (fútbol) y Roberto Mano de Piedra Durán (boxeo), entre otros muchos más. Algunos de estos ejemplos como Panamá All Brown que fue el primer hispano en convertirse en campeón del mundo en el boxeo profesional. Otro de los deportistas digno de señalar  fue Adán Gordón que se destacó en la natación, fue el único competidor panameño en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, o Lloyd Barrington La Beach, fue ganador de dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948, en los 100 y 200 metros planos, únicas medallas ostentadas por Panamá hasta que llegó Irvín Saladino con su salto espectacular y nos dio la presea dorada en Beijin 2008. Pero la razón de este breve artículo no es dar a conocer sus exitosas carreras, otros lo han consignado en diversos escritos investigativos sobre sus vidas sino que la misma sirva de ejemplo para las presentes y futuras generaciones de deportistas panameños para que los tenga como meta a emular, y porque no para superarlos.
Panamá All Brown
La vida de cada uno de estos atletas son alicientes para que otros logren resaltar en las justas donde deban competir. Considero que Panamá esta en un momento muy importante de su vida republicana, hay suficiente recursos para poder generar los atletas que el país requiere, no solo para competir sino para lograr que nuestra juventud se encamine por trillos sanos y saludables en su vidas. El deporte no solo genera pasiones, sino contribuye a alejar a la juventud de los vicios, las malas prácticas, la violencia y otros tantos males que la aquejan conformando un producto o recurso humano disciplinado y con mucha ansias de contribuir para el bien común y de los suyos. Esto debe estar acompañado de una política clara del devenir deportivo del país donde los recursos sean asignados oportunamente a cada una de las disciplinas deportivas, y que los funcionarios jueguen su rol como garantes de que esos recursos sean bien gastados y no para asistir a cuantas conferencias o encuentros donde el tema sea el deporte pero donde Panamá no presenta un verdadero “target” frente a ello.  

miércoles, 3 de agosto de 2016

Una contienda interesante y aterradora

Elecciones en los Estados Unidos

             
Las elecciones en los Estados Unidos a escenificarse en noviembre próximo no deja de ser una contienda interesante pero a la vez aterradora pues en primer lugar de triunfar la candidata por el partido demócrata, Hillary Clinton sería la primera mujer que ocuparía un puesto de tan alta responsabilidad no solo para su país sino para el mundo. Por otro lado de triunfar la nómina del partido republicano con su propuesta de Donald Trump sería un revés considerable en materia de derechos humanos, y de muchas prácticas que el mundo ha estado condenando como por ejemplo la xenofobia.
            A mi entender Donald Trump ha sabido manejar los medios de comunicación, verbigracia a que él es un connotado precursor de muchos de ellos, ha sabido vender su imagen tanto en las buenas o en las malas. Cada vez que él hace algo o despotrica contra alguien los medios de comunicación lo registran. No hay momento negativo o positivo que no sea registrado por estos medios. Me parece que ha sabido manejar tanto la publicidad como la propaganda en favor de su candidatura. La propaganda “negra”, o aquella donde desacredita a su contrario la han convertido en publicidad para sus propósitos. Se ha peleado con todo el mundo, incluso con medios importantes sin embargo sigue liderando las encuestas de preferencia de votación y esto puede hacer que el electorado norteamericano caiga en sus trampas mediáticas y llevarlo a la silla presidencial. En América Latina el mismo electorado cansado de los gobiernos que se dicen democráticos han llevado al solio presidencia a gobernantes que nunca han ocultado sus criterios, por ejemplo, socialistas. Así vemos como han surgidos otros tipos de gobiernos en Venezuela, Brasil, Nicaragua, entre otros. Pero también han llevado a gobernantes cuyos propósitos fue lucrar del erario público de sus países y hacerse más rico como es el caso de Martinelli en Panamá quien también supo usar la publicidad engañosa, la propaganda del descrédito del adversario y otras artimañas propias de Joseph Goebbels. Esta candidatura, la de Trump, sería como llevar a un Martinelli a la Casa Blanca pero con el consiguiente temor de que sus acciones se cuadrupliquen por el alto poder de que gozará este señor. Es un propuesta aterradora pues rompe esquemas, y para ello tuvo que pisar muchos cayos en su partido para logra la nominación sin contendientes. Todos se fueron apartando a su paso arrollador. En el pasado este tipo de controversia mediática que sigue a Trump han sido contraproducentes pues fueron eliminados de la contienda. Estamos por ver si esta misma situación arropará a la candidatura republicana, pero al parecer esto no sucederá, lo que demostraría que una gran cantidad de votantes estarían comprando las consignas xenofóbicas y la retórica de volver a los tiempos de la doctrina del Big Stick. Aún hay mucho por delante, y la situación puede cambiar y ser contraproducente al abanderado de los republicanos.

            Por otro lado, la candidata demócrata Hillary Clinton es una propuesta del continuismo, del estatus quo pero tuvo que sortear la embestida de un contendiente que poco a poco se fue ganando la simpatía de un considerable voto joven que veían en él un cambio en el timón de la dirección del Estado. Bernie Sanders no es nuevo en este tipo de contiendas, es un experimentado contendiente, pero las luchas internas dentro del partido demócrata, especialmente dentro de su cúpula no le dieron el respaldo suficiente para lograr su cometido logrando ser Hillary la que buscará que el electorado norteamericano se incline hacia su propuesta, esto sería importante porque sería la primera mujer en sentarse en la silla presidencia de los Estados Unidos,  y calmarían las agitadas aguas que el otro contendiente está haciendo. Pero ambos deben enamorar a los que esperaban a Sanders como parte de la contienda.  Las otras propuestas están presentes en las figura de Gary Johnson del Partido Libertario y Jill Stein de la coalición verde pero su influencia es opacada por los dos principales partidos que se encontraran definitivamente en noviembre de este año, 2016.