sábado, 14 de septiembre de 2013

Smithsonian, cien años de ciencia en Panamá

En Panamá, para hablar de investigación científica hay que tomar como referencia obligada al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, la cual cumplió el año pasado cien años de su llegada a Panamá.
Barro Colorado, Panamá
El Smithsonian surge luego de que el científico inglés James Smithson, dejara como su legado la fundación de esta institución, en 1846, y deseo establecerla en Washington, D.C., con el objetivo de aumentar y difundir el conocimiento.

El Smithsonian llega con el inicio de la construcción del Canal de Panamá


Esta institución llega a Panamá durante la construcción del Canal cuando se les pide a científicos de esta organización, en el año 1910, hacer un inventario biológico de la fauna y la flora, que en ese momento estaban siendo afectadas por la obra, llevando a cabo esta tarea hasta el año 1912.
Dentro de sus faenas asignadas por el instituto de investigación fue ampliar el conocimiento sobre la naturaleza tropical, capacitar a estudiantes para efectuar investigaciones en el área y promover la conservación del ambiente mediante la concientización, haciendo énfasis en la diversidad e importancia de los ecosistemas tropicales y su protección.
En el año 1923, los entomólogos y biólogos del instituto deciden establecer una reserva biológica permanente, una de las primeras en América, en un sitio que quedó luego de haberse anegado los valles por las aguas provenientes del lago Gatún, sobresaliendo algunos de sus cerros convirtiéndose en isla.
Surge así Barro Colorado como centro de investigación, en 1923. Para administrar la isla se forma un consorcio, el Instituto para la Investigación en América Tropical, constituida por Consejo Nacional de Investigación Científica e importantes instituciones científicas y académicas de los Estados Unidos, incluyendo al Smithsonian.
En las décadas de 1920 y 1930 este laboratorio se convirtió en un centro donde venían académicos y científicos de universidades estadounidenses. En 1940 el instituto había realizado más de 300 publicaciones donde se describían los diversos procesos biológicos encontrados en la isla.
Años más tarde, la isla de Barro Colorado (BCI por su siglas en inglés, 1946) se convierte en una dependencia del Instituto Smithsonian encargada de los estudios a largo plazo sobre la biología tropical.
Desde 1960 se conoce como el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por su sigla en inglés). Ese año llegaron los primeros científicos residentes y se dio inicio a los programas de becas para apoyar las aspiraciones de biólogos tropicales.
Con los Tratados del Canal en 1977 fue formalizada su existencia en el istmo, acuerdo que se renovó en 1985 cuando la República de Panamá le otorga el estatus de Misión Internacional, y en 1997 antes de que todo el engranaje militar y civil que ocupaba los norteamericanos revirtieran a este país, se les concedió al instituto la custodia de las instalaciones del STRI.

Un científico con visión de futuro


La historia del Smithsonian registra a James Setek (1923-1956), como su primer director quien llegó en medio de la Construcción del Canal, en 1911 y se incorpora a laborar con el Dr. William Gorgas en la Comisión del Canal de Panamá.
El impacto que causaba la construcción del Canal sobre el ambiente fue su asombro, dada la alta deforestación, el drenaje de los pantanos, las excavaciones de la enorme zanja, y el acarreo de las tierras hacia otros sitios, así como el represamiento del río y la formación del enorme lago.
Según indica, Stanley Heckadon Moreno, investigador panameño en uno de sus escritos, Zelek planteó “encontrar un área suficientemente grande de bosque tropical virgen que permanezca inalterado, donde los hombres de ciencia puedan venir a estudiar”, augurando lo que sería más adelante la isla de Barro Colorado.

Trabajo que se desarrolla en materia de investigación científica


El STRI cuenta con 11 estaciones de investigación en donde trabajan 32 científicos y mantiene un personal de 400 miembros quienes facilitan el trabajo de unos 1,200 estudiosos de la fauna y flora tropical, visitantes y estudiantes que cada año llegan.
Los visitantes responden a 150 instituciones académicas en todo el mundo, y además de estos, atiende a unas 90 mil personas por año en los 5 centros públicos existentes en Panamá. Esto se hace con el fin de diseminar los resultados de las investigaciones y conmover la opinión pública frente a la importancia y fragilidad de los ecosistemas naturales.
Hoy día las investigaciones del STRI se han extendido a todo el mundo, especialmente en las regiones tropicales. En su tarea investigativa utilizan parcelas de bosques grandes y enumeradas para monitorear la demografía de estos ecosistemas en una población de más 3 millones de árboles quienes representan a unas 6,000 especies distribuidos en 14 países en África, Asia, y en América.
Desde hace cien años, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales ha establecido una relación de armonía con el país anfitrión y dentro de su actividades de conmemoración estuvo la exposición titulada “Paisaje panameños II”, donde se expuso la historia natural y humana de Panamá desde el surgimiento del istmo hace más de tres millones de años.



viernes, 13 de septiembre de 2013

Puertos se adecuan por la ampliación del Canal de Panamá

Ante los trabajos de ampliación del Canal de Panamá, diversos puertos en los Estados Unidos y en el mundo adecuan sus infraestructuras para hacerle frente al crecimiento exponencial de la actividad naviera en el área, mientras otros, se muestran preocupados porque consideran que serán afectados por estos trabajos a culminarse en el año 2014, a cien años de haberse inaugurado tan portentosa obra.

En la Costa Oeste de los Estados Unidos algunos puertos consideran que esto puede mermar su actividad, en un 25 por ciento, al entrar en operación el canal ampliado lo que puede crear que miles de trabajadores pierdan sus empleos.

Visión de varias ciudades portuarias en el mundo

Colombia se prepara desde 2007 con un ambicioso proyecto de construcción de un mega puerto marítimo y un terminal de cruceros, en Cartagena. Estas adecuaciones contemplan dotar de un parque de contenedores aún mayor de la que tienen hoy, sumándoles una capacidad de 10 mil contenedores más de los que maneja esa terminal portuaria, además del manejo de combustible liquido. Javier Mouthón explicó que “esto mejorará la competitividad económica de la ciudad con referencia a otros puertos del mar Caribe”. Igualmente Colombia hace concesiones en los puertos de Barranquilla, Santa Marta y Buena Aventura para prepararlos para este auge del comercio marítimo.
Otro de los puertos que están realizando serios gastos para enfrentar el aumento de la carga contenerizada es el puerto de Miami ya que recientemente adquirió unas cuatro grúas “super pospanamax”, así como ha puesto en marcha un programa de dragado con el fin de aumentar su capacidad para los buques de mayor tamaño. El puerto de Miami es reconocido como un sitio de gran actividad de cruceros y también como una terminal de suma importancia en América y se proyecta como la primera terminal de escala de los buques pospanamax que vendrán luego de la apertura del canal ampliado.
Un artículo escrito por Ronald D. White aparecido en la revista mensual del Canal de Panamá, “El Faro”, Nº46 de febrero del 2012, bajo el título: La Ampliación del Canal cambia las reglas”, escrito para Los Angeles Times, indicaba que la “ampliación del Canal de Panamá está causando alarma en la Costa Oeste donde las empresas, dirigentes laborales y funcionarios advierten que el proyecto amenaza con impactar desfavorablemente el papel de la región en el comercio internacional”.
De acuerdo con el escrito, los puertos de Los Ángeles y Long Beach, quienes manejan el 40 por ciento del comercio con el Asia que llega a los Estados Unidos, podrían perder hasta un cuarto del negocio de carga.
La presencia de grandes buques contenerizados transitando por el Canal de Panamá dentro de dos años por lo menos incrementará en un 40% el tránsito de mercancía entre el Océano Pacífico y el Atlántico. El uso de los barcos pospanamax están siendo preferidos por las navieras que utilizan las más importantes rutas comerciales, principalmente el eje Este y Oeste, la llamada ruta transpacífica, Asia-Europa.

Aumenta carga de contenedores en el mundo

La carga de contenedores es una de las actividades comerciales navieras de mayor crecimiento en los últimos años, y la tendencia indica que seguirá en aumento acrecentando el comercio por la vía marítima. Estos pronósticos se dan en medio de la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio, cifras que indican que de los 8.9 millones de TEU movidos en el 2004 se calcula un alza significativo de 20.4 millones para el año 2025, a una tasa de crecimiento de 5.3 por ciento anual.
Otra situación de cambio que experimenta el mundo es el intento de eliminar los intermediarios en la cadena de comercialización para reducir costo y aumentar rentabilidad, las cuales han propiciado el desarrollo de centros de distribución, en los puertos, como es el caso de los ubicados en la Costa Oeste de los Estados Unidos, en los cuales tiendas como Wal-Mart, Target, Home Depot, Costco, entre otros, han hecho inversiones millonarias para mejorar el sistema de manejo de los contenedores y hacerlos más expedito a la hora de distribuirlo a los centros de expendio.

El Canal de Panamá, inaugurado hace 98 años ha impuesto un nuevo record de tonelaje en el 2011, y los diferentes proyectos que conforman el Programa de Ampliación avanza a ritmo sostenido, dijo el presidente saliente de la Autoridad del Canal de Panamá, Alberto Alemán Zubieta quien dejó en manos del ingeniero Jorge Luis Quijano el destino futuro de esta magna obra de ingeniería para servir al comercio mundial.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Compuestos químicos para la cura del cáncer en fauna marina panameña

Más de 45 compuestos químicos fueron encontrados en la fauna marina panameña, cuyas cualidades anticancerígenas y antipalúdicas son un valioso recurso en la lucha frontal contra el cáncer y la malaria, descubierta por biólogos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) con sede en Panamá, quienes junto al Grupo de Colaboración Internacional para la Biodiversidad (ICBG, siglas en inglés), integrados por estadounidenses y panameños, en conjunto con la Universidad de Utah vienen realizando una serie de estudios desde hace años en el Parque Nacional Coiba.

Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales

El Smithsonian desde 1923 viene realizando investigaciones sobre la diversidad biológica de los trópicos en Panamá y es la única dependencia de esta institución situada fuera de los Estados Unidos, siendo hoy uno de los principales organismo en este campo en el ámbito mundial.
Su presencia en la República de Panamá está asociada a los inicios de la construcción del Canal de Panamá, cuando en el año de 1910 se les solicitó a los científicos del Smithsonian realizar un inventario biológico de la nueva Zona del Canal.
Desde ese momento, toda la comunidad científica de los Estados Unidos y del mundo concentra sus esfuerzos en investigar la diversidad biológica tanto de la fauna como la flora encontrada en la zona, no solo en Panamá sino en toda Latinoamérica.
Actualmente esta institución científica trabaja en el Monumento Natural de Barro Colorado, una extensión de 54 kilómetros cuadrados que conforman la isla en donde existen bosques y fauna casi intacta, un laboratorio marino y además cuenta con una grúa de construcción ubicada a la entrada del río Chagres, en el Parque Natural Metropolitano en la ciudad de Panamá, que permite observar el dosel de los bosques tanto del Atlántico como del Pacífico.

El Parque Nacional Coiba

Este parque, cuyas características son únicas, fue el asiento durante muchos años de una de las principales cárceles del país, cuyo nombre rememora tiempos de incertidumbre y atropellos escenificados por la población penal.
Luego de una serie de incidentes muy lamentables, se logró mediante la Ley 44 del 26 de julio de 2004 aprobar el sitio como Parque Nacional Coiba, cuya extensión es de 270.125 hectáreas, protegiendo así los ecosistemas marinos, insulares y costeros en el Pacífico. Y que es muy concurrido por nacionales y extranjeros que se maravillan por su poder de atracción natural del área.

Los compuestos químicos encontrados por el Smithsonian

Los científicos indicaron haber concentrado sus estudios en las poblaciones de corales, esponjas, plantas, bacterias y hongos asociados con erizos de mar, tunicados y peces presentes en el área de la isla de Coiba.

En este lugar encontraron fuentes proveedoras de químicos cuyo efectos anticancerígenos son promisorios, como las cianobacterias, llamadas algas azul verde, que producen la Coibamida A”, un compuesto extremadamente activo contra las células cancerosas.
La Universidad de Panamá dio a conocer en el año 2009 que había logrado aislar una sustancia llamada “coibanoles” la cual se logró obtener a partir de hongos que crecen dentro de las hojas de la Desmotes incomparabilis, una planta que únicamente se encuentra en la isla de Coiba.
También se encontró la “veraguamida A”, un compuesto cancerígeno nombrado así en honor a la provincia de Veraguas en Panamá, y el “santacruzamate” utilizado como anti parasítico, alusivo a la isla de Santa Cruz, en el Pacífico.

Una nueva forma de gestión en la investigación científica

El grupo de científicos que fueron los descubridores de los 45 compuestos químicos ha propuesto cambiar la forma en que se comercializan los descubrimientos, ya que han considerado otorgar beneficios económicos al país fuente de los recursos naturales, incluyendo derecho de propiedad intelectual si los compuestos son desarrollados como medicamentos.
De todas formas, Panamá se beneficiaría con estas investigaciones porque el programa del ICBG capacita a los científicos panameños, crea infraestructuras de investigación como laboratorios, contribuye a las listas de especies y promueve iniciativas de conservación.
Los proyectos de investigación que son auspiciados con fondos de los Institutos de Salud, la Fundación Nacional para las Ciencias y el Departamento de Agricultura, todos de Estados Unidos, cuentan en la actualidad con la participación del Smithsonian, el Instituto Oceanográfico de Scrioos, la Universidad de California en Santa Cruz, Oregon State University y la Universidad de Connecticut.

El cáncer y sus distintas manifestaciones

El cáncer suele presentarse en cualquier área como la piel o en el cuello uterino, el colon, la próstata, las mamas, y otros lugares vitales del cuerpo humano.
A diferencia de las células normales, las cuales crecen, se dividen y mueren, las células cancerosas continúan creciendo y dividiéndose descontroladamente, y es muy difícil eliminarlas.
En Panamá los tumores malignos ocupan el primer lugar entre las 10 causas principales de muerte, según estadísticas de la Contraloría General de la República, registrando cánceres en el estómago, la próstata, las vías respiratorias, el colon, recto y ano, las mamas y el hígado.
El cáncer suele atacar sin previo aviso, y cuando esta enfermedad es diagnosticada ya ha afectado la salud del paciente, por lo que es importante prevenirlo y hacerse los exámenes a tiempo.
Los estudios realizados por los biólogos del Instituto Smithsonian en Panamá llenan las expectativas de lograr, junto a otras investigaciones, la cura contra el cáncer que ataca a millones de personas en el mundo.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

La permisividad en el consumo de drogas

Cuando leí en los medios sobre la muerte de Amy Winehouse, me dije, esta es otra personalidad del mundo de las artes que se lleva el consumo de drogas.
Pero sabemos que detrás de todo esto hay una triste realidad que se manifiesta en este mundo del consumo de drogas, comercio y violencia; tema que ha obligado a Ecuador, un país latinoamericano a legalizar el consumo de la mariguana, por ejemplo.
Pero también hay todo una industria que promueve estos vicios, sin que existan medidas coercitivas contra ellos, por ejemplo, la reciente presentación de La cantante juvenil, Miley Cyrus, en la reciente gala de los MTV Video Music Awards cuya canción hace alusión al consumo de la cocaína.
Según declaraciones del padre de Amy Winehouse, él se la pasaba todo el tiempo peleando con vendedores de drogas, y hacía énfasis en “peleando”. Hablaba de la presencia, a diario, de pandilleros dedicados al comercio de drogas que incluso dormían en la entrada de la residencias de su hija. ¡Se imaginan!
Si esto era así, como no estarán todas las residencias de los famosos custodiadas por los comerciantes de este producto tan letal para la vida. Las fiestas suntuosas a los que nunca podremos acceder que solo se ven en cine o tv, muestran en la mayoría de los casos a personas consumiendo drogas, así mismo en clubes nocturnos, esto es un pálido ejemplo de lo que es éste comercio de drogas. ¿Y las autoridades qué hacen para combatir el comercio al detal de este asunto?, sería la pregunta a dilucidar.
            En definitiva son sociedades tolerante en sus territorios con los que comercian drogas, estupefacientes, opiáceos, pastillas, etc., donde se mueven miles de miles de personas buscando vender estas sustancias alucinógenas. Digo tolerante, pues al parecer no se hace nada para reprimir este comercio. Al contrario, se permite e incluso para aquellos que las consumen ya han establecidos normas para lograr su tratamiento, o rehabilitación, en otras palabras son tratados como enfermos, pero ojo, solo en sus territorios de países de primer mundo

El combate a las drogas un problema mundial


            Contrasta esto con los esfuerzos de las naciones latinoamericanas y otras en el mundo para combatir este flagelo que amenaza la economía mundial destinando miles de millones de dólares de sus exiguos presupuestos para reprimirlos en su territorio. Mientras que los  principales países consumidores destinan escuálidas ayudas para financiar programas. Pero este apoyo principalmente va dirigido a dotar o entrenar a los ejércitos de estos países y a armarlos hasta los dientes para luchar contra ella, las drogas, fortaleciendo las medidas represivas y coercitivas.
Se invierten millones de dólares en sistemas complejos de escuchas, se militarizan los ejércitos nacionales para combatir a los narcotraficantes, se mueven miles de millones de dólares en armamentos para lograr acabarlos, muchas veces condicionada a la compra del parque militar del país oferente que da un porcentaje irrisorio mientras vende mediante préstamo el resto de los artefactos bélicos.
            El Informe Mundial sobre las Drogas (2012) calcula que:  “unos 230 millones de personas, o el 5% de la población adulta del mundo, consumieron alguna droga ilícita por lo menos una vez en 2010. Los consumidores problemáticos de drogas suman unos 27 millones, o el 0,6% de la población adulta mundial. En general, el uso de drogas ilícitas parece haberse estabilizado en todo el mundo, aunque continúa aumentando en varios países en desarrollo. La heroína, la cocaína y otras drogas se cobran la vida de aproximadamente 0,2 millones de personas cada año, siembran devastación en las familias y causan sufrimiento a miles de otras personas. Las drogas ilícitas socavan el desarrollo económico y social y fomentan la delincuencia, la inestabilidad, la inseguridad y la propagación del VIH”.

Agrega este informe que: En Centroamérica, una red de fiscales está aplicando prácticas óptimas para fortalecer la justicia penal en esa región. Al mismo tiempo, el Programa mundial de fiscalización de contenedores, cuya finalidad es fiscalizar los contenedores transportados por mar y por aire, se está ampliando y funciona en un mayor número de países”.

Los gastos en armamentos son contraproducentes frente al problema

            En Panamá, por ejemplo, es evidente que se está dotando con el más moderno arsenal a la policía nacional rayando en la militarización de la misma contraviniendo claros preceptos constitucionales, aún cuando ellos lo nieguen, se percibe esto cuando salen en arreo de combate en desfiles por las calles de la ciudad en época festiva luciendo su arsenal aéreo, terrestre y naval. ¿Pero realmente este rearme va dirigido hacia ese combate contra las drogas, o tienen otros propósito?

En los últimos 30 años, Washington ha demostrado que no quiere o no puede frenar su demanda de drogas y el flujo de dinero y armas a las bandas. La administración de Barack Obama ha recortado un 16% las ayudas para la lucha contra el narcotráfico en América Latina en el presupuesto destinado para ello.
En 2011 EE UU entregó 180 millones de dólares a México en ayudas militares y asistencia policial, pero solo 16 millones a Guatemala y seis millones a Honduras y El Salvador. En esos tres últimos países actúan 900 maras (bandas juveniles) que tienen más de 70.000 miembros involucrados en el narcotráfico.
El anterior presidente de Guatemala, Álvaro Colom, tuvo que despedir a dos jefes de la policía nacional por sospechas de su vinculación con el narcotráfico. Con solo el 8,5% de la población mundial, América Latina y el Caribe son responsables del 27% de los asesinatos que se cometen en el mundo debido a este comercio ilícito.
Según el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, los fracasos de la “guerra” obedece en parte porque parte de una premisa falsa: que los mercados globales de la drogas pueden ser erradicados. El problema debería ser tratado, dice, como un problema de salud pública, no de seguridad.
Las soluciones penales tampoco han llevado a ninguna parte. En EE.UU una transacción con drogas ilegales por valor de 200 dólares puede conllevar una pena de tres años de cárcel, lo que cuesta a los contribuyentes unos 100.000 dólares en los costes judiciales y de reclusión de los condenados. En 2011, California gastó 9.100 millones de dólares en prisiones frente los 5.700 que gastó en universidades públicas: un estudiante universitario le cuesta a ese Estado unos 8.667 dólares anuales, frente a los 45.000 que gasta en un preso.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha asegurado que su país no puede ni va a tomar ninguna acción unilateral, pero que cree que la región tiene “la autoridad moral” para abrir la discusión, como hizo en Cartagena: “Llevamos ya 100 años de lucha contra la droga y tenemos que indagar alternativas más eficaces y menos costosas si las hay, entre lo que podríamos llamar el modelo asiático, cárcel y hasta pena de muerte para los consumidores, hasta el otro extremo, que sería la legalización de la cadena de producción y distribución”.
Entre las fórmulas intermedias, Santos menciona una despenalización del consumo, e incluso legalizar el tráfico, aunque reconoce que mientras no se llegue a un consenso global, no hay alternativa al combate contra el narcotráfico en todos sus eslabones”. Los ex presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; de México, Ernesto Zedillo; de Colombia, César Gaviria; el ex secretario de Estado de EE UU, George Shultz, el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker; el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, y los escritores Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes ya se han pronunciado por la primera opción.
Quizás ese desenlace no esté tan lejos como parece. En 2010, un 46% de los californianos votó a favor de la legalización de la marihuana. Hoy las encuestas revelan que el apoyo ha subido hasta superar el 50% en el conjunto del país. Legalizar la marihuana podría quitar un 25% de sus ganancias a los carteles, unos 10.000 millones de dólares.
Otto Pérez Molina ha advertido que si no se logra un consenso, su gobierno estaría dispuesto a legalizar unilateralmente las drogas. Todas las otras opciones están cerradas por ahora: no se espera que ante su déficit fiscal EE UU vaya aumentar los fondos para la guerra y tampoco nada parece indicar que la demanda vaya a caer en un futuro previsible.
Peter Hakim, presidente emérito de Inter-American Dialogue, es contundente: “Si Washington decide que no está dispuesto a considerar nuevos enfoques, entonces los latinoamericanos deben continuar por su cuenta. Al fin y al cabo, son sus intereses –y sus vidas– los que están en juego”. ¿Usted qué piensa? Países donde se han legalizado el consumo de la droga, se han encontrado con serios problemas de salud, al extremo que hoy algunos han revertido el asunto y vuelto a penalizar su consumo.
Por otra parte podemos ver las campañas tendientes a evitar que la población consuma cigarrillo, esas campañas han tenido éxito, frente a un problema de salud que representa su consumo. ¿Debemos entonces legalizar el tráfico y el consumo de drogas y dedicar estos millonarios gastos en armamentos hacia la concienciación y la educación de la población? Lo cierto es que entre el negocio del narcotráfico y el negocio armamentista, la población se encuentra como secuestrada, entre ambos negocios, nosotros somos las víctimas. Les dejo esto como reflexión de un problema de alcance mundial.



lunes, 9 de septiembre de 2013

Dos mares y un canal, quinientos años después

El descubrimiento del Mar del Sur en 1513, (hoy Mar Pacífico) significó para esa época la certeza de que Colón no había llegado al ansiado Oriente. Había descubierto una vasta y enorme tierra a la que más tarde llamarían América.
Así, a pesar de las adversidades, el espíritu aventurero y férreo de los colonizadores españoles y otros europeos no se doblegó, al contrario este descubrimiento dio al traste con concepciones muy en boga sobre el orbe conocido en esos tiempos.

Travesías con grandes tropiezos

En 1513, Vasco Núñez de Balboa le escribía al Rey sobre los aborígenes en esta forma: “he sabido de ellos muy grandes secretos y cosas donde se puede haber muy grandes riquezas en muchas cantidades de oro donde Vuestra muy Real Alteza será muy servido”.
En esta carta describía a los aborígenes como muy dóciles y llamaba a no hacerles daño e incluso indicaba “he procurado, por doquier que he andado que los indios de esta tierra sean muy bien tratados no consistiendo hacerles mal ninguno”.
La conquista y descubrimiento no fue tarea fácil, por el contrario se enfrentaron a grandes tropiezos, y así lo describe Balboa en ésta líneas: “andando por ríos y ciénagas de estas tierra no crea Vuestra Alteza que es tan liviano que nos andamos ahogado, porque muchas veces no acaece ir una legua y dos y tres por ciénagas y agua desnudos y la ropa cogida puesta en la tablachina encima de la cabeza, y salidos de unas ciénaga entramos en otras y andar de esta manera dos y tres y diez días”.

La culturización de los pueblos americanos

En cierta forma los aborígenes americanos eran pueblos que estaban en una etapa de desarrollo cultural, un poco más atrasado que los mismos españoles. Sus creencias, que tanto se recuerda como adoradores de dioses y de sacrificios humanos rememoran los momentos de las tribus paganas de los pueblos europeos, antes de la llegada del cristianismo.
Contrario a los criterios de la “incivilización” de los pueblos indígenas es justo indicar que solo podemos conocer en nuestros días parte de su historia y costumbres a través de los escritos hechos por los mismos conquistadores, de las pocas obras de artesanía encontradas o de los relatos de boca en boca que han podido sobrevivir a través de los siglos.
Para el indio americano, la conquista efectuada hace más de quinientos años ha sido un proceso amargo del cual no se han podido aún recuperar y en pleno siglo XXI sus comunidades se mantienen con un alto grado de pobreza, analfabetismo e insalubridad, con falta de oportunidades y de políticas públicas claras que los saquen del pauperismo y desarraigo en que se encuentran convirtiéndose en el sector más vulnerable de la población americana.

Quinto centenario del descubrimiento del Mar del Sur a celebrarse en Panamá

Una serie de actividades que abarcan el año 2010 hasta el 2013 se han programado para celebrar este acontecimiento de envergadura mundial cuyo descubrimiento significó un cambio radical en cuanto a la percepción del mundo conocido hasta ese momento. Los  eventos servirán también para conmemorar el establecimiento de la primera diócesis en tierra firme del continente americano.
Después de tan trascendental descubrimiento y que en palabras más o palabras menos impulsó la búsqueda de una vía de acceso marítimo más rápida que conectara el Atlántico con el Pacífico, se erige una ciudad con un pasado rico en hechos, en donde las estructuras coloniales se contraponen con los modernos edificios de hoy.
Y en pleno corazón de la ciudad de Panamá, ante el Mar Pacífico se yergue un monumento en honor a este descubridor del Mar del Sur, Vasco Nuñez de Balboa cuya figura parece evocar este momento tan crucial para la historia de la humanidad y de ingrata recordación para los que sintieron en carne propia la destrucción y humillación de millones de personas de los llamados pueblos originarios del continente americano.



viernes, 6 de septiembre de 2013

Los pueblos afrodescendientes en Panamá

La población panameña es producto de una amalgama de razas con un porcentaje significativo de origen negroide debido a las oleadas de inmigrantes que llegaron de África durante la comercialización de esclavos, en la época colonial, y durante la construcción del Canal de Panamá, provenientes de las islas del Caribe y de las Antillas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2011 como Año Internacional de los Afrodescendientes en recuerdo de las víctimas de la esclavitud y de la trata transatlántica de esclavos. Su objetivo era fortalecer las medidas nacionales y la cooperación regional e internacional en beneficio de los afrodescendientes en relación con el goce pleno de sus derechos económicos, culturales, sociales, civiles, políticos, y la promoción de un mayor conocimiento, respeto de la diversidad, de su herencia y cultura.

Primera oleada: rebeldía de los esclavos negros en Panamá


El istmo de Panamá fue convertido durante la época colonial en un mercado de esclavos provenientes del Continente Africano. El trato que recibieron fue muy duro, y casi al instante se suscitaron rebeliones.
Bayano (1552) se hace famoso en Darién, los cimarrones a su mando lo catalogaron Rey. Escapaban de centros urbanos para vivir como nómadas, intentado establecer comunidades donde convivían con sus leyes, lo que les daba una vida ordenada.
Otros negros rebeldes como Antón Mandinga y Luis Mozambique construyeron los palenques más importantes ubicados entre Chepo y Pacora. En el golfo de San Miguel, Felipillo organiza una pequeña aldea, donde concentró a numerosos esclavos fugados de Panamá.
Cuenta un testigo de la época sobre estas deserciones: “era como una epidemia que envolvía a todos. Cada noche, en los poblados urbanos de los colonizadores, cuadrillas enteras de negros africanos o descendientes de ellos, se levantaban en silencio, cargando sus enseres, para afrentarse por los caminos al encuentro de la comunidad organizada por Felipillo”.
Pacora fue la primera población del istmo de Panamá fundada mediante acuerdo entre el gobierno español y los inconformes en armas, incluso de América. Realmente no se sabe cuántos negros fueron traídos, como esclavos del África.

Segunda oleada: la presencia de caribeños y antillanos en las obras del Canal de Panamá


Durante la construcción del Canal de Panamá (1904-1914) un total de 19 mil 900 hombres fueron reclutados de la isla y otros 7 mil 500 hombres vinieron de Martinica, Guadalupe y Trinidad. Por otra parte, 11 mil 873 llegaron desde Europa y unos 5 mil de los Estados Unidos.
La Comisión del Canal no pensó inicialmente en las familias de los trabajadores de color contratados, y destinó para el alojamiento de los obreros una barraca de 24 a 28 camas tipo camarotes, dentro de los cuales no podían vivir sus esposas e hijos.
Muchos de ellos, que enviaron por sus familias, prefirieron construir chozas cercas de la vía donde estaban trabajando, viviendo en medio de medidas racistas.
Los afroantillanos se asentaron en la Zona del Canal en comunidades como Rainbow City, The Heights, Camp Coiner, en el Atlántico, y en Paraíso, La Boca, Red Tank, Gamboa, Pedro Miguel y Frijoles, en el Pacífico.
Entre mayo de 1913 hasta 1916 fueron despedidos cerca de 30,000 obreros, las mayoría antillanos, quedando unos 15,000 isleños como fuerza laboral permanente del Canal.
Aunque oficialmente las autoridades del Canal dijeron que trajeron 31,000 antillanos, en realidad migraron cerca de 150,000 por su propia cuenta. La mayoría de los despedidos decidieron permanecer en el istmo. Apenas unos 14,000 fueron repatriados entre 1914 y 1923, pero muchos regresaron después de algún tiempo.
Una proporción significativa permaneció en las ciudades de Panamá y Colón, dentro de una sociedad basada en la segregación, como empleados en labores de servicios, mantenimiento del Canal y en las bases militares.

30 de mayo, día de la etnia negra en Panamá


Panamá es uno de los países étnicamente más diversos del mundo, su distribución, según el último Censo de Población y Vivienda del 2010 es “55% mestizos, 18% negros y mulatos, el 17% blancos, el 6% indígenas y el 3% asiáticos, estos últimos en su mayoría de ascendencia china.” Panamá conmemora el día de la etnia negra el 30 de mayo.
El Censo Nacional del 2010 muestra que hay 3.3 millones de habitantes en Panamá señalando que 142 mil son afropanameños, 78 mil afrocoloniales, 65 mil afroantillanos, concentrados principalmente en la provincia de Colón, Bocas del Toro, Darién y en las áreas urbanas marginales.
Sin embargo, la Coordinadora Nacional de Organizaciones Negras Panameñas consideró que la investigación careció de rigor metodológico, imprescindible para que sus “resultados” sean tomados en serio, ya que muchos de los empadronadores no siguieron las instrucciones y no hicieron la pregunta a todas las personas.
Consideran que el número de descendientes afropanameños y caribeños es mayor, siendo aún un sector muy marginado de la economía nacional, a los cuales se les discrimina y dadas estas anomalías no se pueden contemplar políticas públicas efectivas que permitan hacerle justicia a quienes en la vida nacional e internacional han aportado mucho al desarrollo de sus países.
Lo cierto es que la mayoría de la población panameña es el resultado de la mezcla originaria de etnias que a lo largo de toda su historia se asentaron en Panamá, en busca de nuevas oportunidades y que hoy sus descendientes contribuyen a engrandecer los cimientos de la nacionalidad panameña.