lunes, 9 de septiembre de 2013

Dos mares y un canal, quinientos años después

El descubrimiento del Mar del Sur en 1513, (hoy Mar Pacífico) significó para esa época la certeza de que Colón no había llegado al ansiado Oriente. Había descubierto una vasta y enorme tierra a la que más tarde llamarían América.
Así, a pesar de las adversidades, el espíritu aventurero y férreo de los colonizadores españoles y otros europeos no se doblegó, al contrario este descubrimiento dio al traste con concepciones muy en boga sobre el orbe conocido en esos tiempos.

Travesías con grandes tropiezos

En 1513, Vasco Núñez de Balboa le escribía al Rey sobre los aborígenes en esta forma: “he sabido de ellos muy grandes secretos y cosas donde se puede haber muy grandes riquezas en muchas cantidades de oro donde Vuestra muy Real Alteza será muy servido”.
En esta carta describía a los aborígenes como muy dóciles y llamaba a no hacerles daño e incluso indicaba “he procurado, por doquier que he andado que los indios de esta tierra sean muy bien tratados no consistiendo hacerles mal ninguno”.
La conquista y descubrimiento no fue tarea fácil, por el contrario se enfrentaron a grandes tropiezos, y así lo describe Balboa en ésta líneas: “andando por ríos y ciénagas de estas tierra no crea Vuestra Alteza que es tan liviano que nos andamos ahogado, porque muchas veces no acaece ir una legua y dos y tres por ciénagas y agua desnudos y la ropa cogida puesta en la tablachina encima de la cabeza, y salidos de unas ciénaga entramos en otras y andar de esta manera dos y tres y diez días”.

La culturización de los pueblos americanos

En cierta forma los aborígenes americanos eran pueblos que estaban en una etapa de desarrollo cultural, un poco más atrasado que los mismos españoles. Sus creencias, que tanto se recuerda como adoradores de dioses y de sacrificios humanos rememoran los momentos de las tribus paganas de los pueblos europeos, antes de la llegada del cristianismo.
Contrario a los criterios de la “incivilización” de los pueblos indígenas es justo indicar que solo podemos conocer en nuestros días parte de su historia y costumbres a través de los escritos hechos por los mismos conquistadores, de las pocas obras de artesanía encontradas o de los relatos de boca en boca que han podido sobrevivir a través de los siglos.
Para el indio americano, la conquista efectuada hace más de quinientos años ha sido un proceso amargo del cual no se han podido aún recuperar y en pleno siglo XXI sus comunidades se mantienen con un alto grado de pobreza, analfabetismo e insalubridad, con falta de oportunidades y de políticas públicas claras que los saquen del pauperismo y desarraigo en que se encuentran convirtiéndose en el sector más vulnerable de la población americana.

Quinto centenario del descubrimiento del Mar del Sur a celebrarse en Panamá

Una serie de actividades que abarcan el año 2010 hasta el 2013 se han programado para celebrar este acontecimiento de envergadura mundial cuyo descubrimiento significó un cambio radical en cuanto a la percepción del mundo conocido hasta ese momento. Los  eventos servirán también para conmemorar el establecimiento de la primera diócesis en tierra firme del continente americano.
Después de tan trascendental descubrimiento y que en palabras más o palabras menos impulsó la búsqueda de una vía de acceso marítimo más rápida que conectara el Atlántico con el Pacífico, se erige una ciudad con un pasado rico en hechos, en donde las estructuras coloniales se contraponen con los modernos edificios de hoy.
Y en pleno corazón de la ciudad de Panamá, ante el Mar Pacífico se yergue un monumento en honor a este descubridor del Mar del Sur, Vasco Nuñez de Balboa cuya figura parece evocar este momento tan crucial para la historia de la humanidad y de ingrata recordación para los que sintieron en carne propia la destrucción y humillación de millones de personas de los llamados pueblos originarios del continente americano.



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