domingo, 3 de septiembre de 2017

Un canal a nivel para el siglo XXI

           
Al cumplirse un año de la inauguración del canal ampliado de Panamá (26 de junio de 2016), y 103 años del paso del primer barco por esta importante vía, voces dentro del engranaje directivo afirman que se están haciendo estudios para construir un cuarto juego de esclusas. Así lo aseguró recientemente el jefe de la Autoridad del Canal de Panamá, Jorge Quijano. Se ha calculado que para el año 2025 o más los buques que se están construyendo en la actualidad rebasarán las medidas de la vía actual lo que supondrá el gasto de otros miles de millones en infraestructura que saldrán de las entradas netas que el canal registra lo que evitará que este potencial recurso sea invertido en nuevos proyectos dentro del país o en la necesaria inversión que se requiere en educación y salud. Aunque la medida es apropiada, y es sano anteponerse al desarrollo que está alcanzando la industria marítima, no deja de ser preocupante la nueva inversión pues estaríamos sujetos a retomar el asunto nuevamente en años posteriores de este siglo por lo cambiante que es el negocio marítimo en el mundo.
Volviendo a la nueva ampliación en estudio considero que se debe tomar en cuenta primero la apertura de varias vías que están apareciendo gracias al problema ambiental de proporción global donde el derretimiento de los polos es una de sus consecuencias, y Panamá está ya sintiendo sus efectos, sino pregúnteles a los habitantes Gunas que están haciendo planes para abandonar algunas islas donde ya el mar está reclamando sus linderos, y en segundo lugar, razonar sobre si es necesarios hacer una segunda ampliación utilizando el sistema de esclusas o contemplar lo que los norteamericanos pretendían en el siglo pasado de ver la posibilidad de usar la fuerza nuclear para poder hacer un canal a nivel, y unir ambos océanos, siempre y cuando la economía mundial así lo requiriese.  
El uso de la tecnología nuclear fue desechado por onerosa en aquellos momentos y por sus efectos ecológicos en el sistema marino de ambos océanos. Pero, han pasado muchos años desde este planteamiento y debe existir otras tecnologías de punta mucho más apropiadas para esto. Recomiendo los diversos aportes de Carlos A. Rodríguez sobre la posibilidad de hacer un canal a nivel con ensenadas (ver Panamá América. Antecedentes del Canal a nivel, 24/9/03), o el artículo “El sueño de un canal a nivel construido con energía atómica”, en la Estrella de Panamá del domingo 23 de agosto de 2015. ¿Porqué un Canal a Nivel? El tema es obvio, pues de esta forma estaríamos invirtiendo de una vez por todas los recursos necesarios para que pasen por nuestras aguas todos los barcos que con el pasar de los años son cada vez más grandes sin complicaciones de ninguna índole. Lo cierto es que la necesidad de dotar a la vía de mayores posibilidades de competencia descansa precisamente en su operatividad, y también en incentivar y fortalecer las alternativas colaterales de este negocio a la par de ofrecer el paso expedito de estos magnos buques mediante un canal a nivel.
El costo en recursos humanos sería en su momento muy alto pues se dejarían sin empleo a un número considerable de trabajadores que laboran a lo largo de la vía, pero como dije las alternativas de crear negocios propios de la actividad canalera, especialmente en el sector servicio compensarían este déficit. Otro argumento a su favor sería el uso adecuado de las vías alternas, donde el recurso agua dulce se vería disminuido de ser un canal a nivel lo que disminuiría considerable el uso  de este recurso volcando  su uso hacia la creciente población que está ávida de agua potable.

                                                                

No hay comentarios:

Publicar un comentario